Comadre… hoy te tengo una receta mágica para activar tu belleza, tu magnetismo y ese encanto que te hace brillar aunque el día esté nublado. Porque mira, no hay hechizo más poderoso que el que empieza en el cuerpo y termina en el alma. Y esta bebida —roja, intensa, provocadora— parece sangre de diosa, así que es perfecta para llevar a tus reuniones halloweenescas, o para consentirte tú sola y verte al espejo diciendo: “sí, estoy guapa, guapa”.
Las bebidas mágicas: una tradición ancestral
Antes de que existieran los filtros, las cremas y las rutinas de skincare, ya había brujas preparando brebajes de belleza.
En cada cultura existían pócimas hechas con flores, frutas y raíces sagradas para despertar el magnetismo, suavizar la piel y atraer miradas.
Las bebidas mágicas eran una forma de ritual líquido, una alquimia entre lo que se bebe y lo que se siente.
Y lo más bonito: no se trataba solo de verse bien, sino de reconectarse con el placer de habitar el propio cuerpo. De decirle a tu reflejo: “te honro, te alimento, te celebro”.
Agua mágica de jamaica con fresas, rosas, clavo y canela
Ingredientes:
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1 taza de flor de jamaica seca
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6 fresas rebanadas
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1 ramita de canela
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3 clavos de olor
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1 cucharadita de pétalos de rosa secos (de preferencia comestibles)
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Miel o azúcar al gusto
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1 litro de agua
Preparación:
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Hierve el litro de agua con la canela y los clavos. Cuando empiece a soltar aroma, agrega la jamaica.
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Baja el fuego y deja que hierva unos minutos, hasta que el agua se tiña de rojo intenso.
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Cuélala y, mientras aún está tibia, añade las fresas y los pétalos de rosa.
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Endulza con miel mientras piensas en algo que ames de ti.
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Déjala enfriar y bébela despacito, visualizando cómo tu energía se enciende desde adentro.
Beneficios mágicos y energéticos
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Jamaica: limpia, purifica y elimina lo que estorba; también atrae energía vibrante y vital.
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Fresas: abren el corazón y despiertan la sensualidad.
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Rosas: conectan con la autocompasión, la ternura y la belleza divina.
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Clavo y canela: despiertan el fuego interior, la pasión y el brillo personal.
Cada sorbo es una forma de recordarte que tu cuerpo es templo, tu piel es altar y tu energía es ofrenda.
Un secretito entre tú y yo
La primera vez que preparé esta bebida fue antes de una cita. No tenía tiempo para arreglarme mucho, pero me serví un vaso y me puse a bailar mientras la bebía.
Comadre… no sé si fue la jamaica, la rosa o la intención, pero esa noche todo fluyó con magia y cuando te digo es todoooooo. Desde entonces, cuando necesito recordarme lo poderosa que soy, me sirvo un vaso y brindo conmigo misma.
Porque sí, el amor propio también se bebe, se cocina y se celebra.





2 comentarios
jessica silva
Suena deliciosaaaa, gracias Sarita la agrego a mi grimorio de cocina.
Suena deliciosaaaa, gracias Sarita la agrego a mi grimorio de cocina.
Ceci
Me encantó la receta la prepararé se ve deliciosa!!
Me encantó la receta la prepararé se ve deliciosa!!