Comadre, yo se que tú y yo muchas veces pensamos que la magia lo puede absolutamente todo: que basta con encender una vela, decir unas palabras bonitas y ¡pum! el universo se dobla a nuestra voluntad. Pero la verdad es que la magia también tiene límites, y reconocerlos no es debilidad, es sabiduría.
La magia no sustituye tu esfuerzo, tu constancia o tus decisiones. No puede obligar a alguien a amarte, ni borrar de un día para otro lo que aún tienes que trabajar en tu interior. La magia no es un botón de “solución rápida”, es un camino que te acompaña, te guía y te da fuerza, pero siempre requiere de tu acción y de tu compromiso.
Otro límite importante: la magia no puede actuar fuera de lo que tu alma realmente necesita. Puedes pedir muchas cosas, pero si no están alineadas con tu crecimiento, el mismo universo pondrá frenos. Y esto no es malo, al contrario, es protección. La magia cuida tu destino para que no te pierdas en atajos que solo traen dolor.
Mi pequeñx brujx, la magia es poderosísima, pero también es honesta: te muestra lo que necesitas trabajar y no lo que quieres escuchar. Y eso es un regalo enorme, porque te impulsa a crecer, a sanar y a transformarte. Te recomiendo tomar mi curso de magia defensiva, para saber más de tu sombra y como trabajarla.
Y si quieres que profundicemos más en este tema, te invito a escuchar nuestro podcast en Spotify, donde voy a hablar de los límites de la magia con ejemplos, historias y consejos para que no te frustres en tu práctica y sepas hasta dónde llega tu poder y dónde entra tu responsabilidad.
Síguenos, acompáñanos y recuerda que aquí en El Gato Mágico siempre tendrás un refugio para tu energía, un espacio para aprender y crecer en el camino de la brujería. Porque reconocer los límites de la magia no la hace más pequeña… la hace más real, más tuya y más poderosa.