Comadre, hoy te quiero abrir un pedacito del corazón y del caldero.
Porque detrás de cada vela del Gato Mágico hay un ritual, una historia y un propósito. Y si hay una vela que me tiene especialmente enamorada, es esta: la Vela Cartera Llena.
Esta no nació solo de un antojo de prosperidad, sino de una verdadera conversación con mis guías y mis plantas.
Cuando me puse a diseñarla en mi laboratorio —rodeada de aromas, aceites y resinas— sabía que quería darte chingos de dinero, de abundancia, de fluidez económica.
Pero no una abundancia vacía, sino de esa que sana la relación con el dinero, que te permite respirar, pagar tranquila, disfrutar y sentir que la vida también te da.
Fue un proceso divino. Mientras la mezclaba, sentí cómo cada ingrediente me susurraba lo que quería aportar, y así, con mucho amor y energía, nació esta vela mágica que huele a crecimiento, a bienestar, y a esa sensación deliciosa de tener la cartera llena y el alma tranquila.
La naranja fue la primera en hablarme. Ella es energía de sol, de alegría, de movimiento. En magia, abre caminos hacia la prosperidad, multiplica lo que tocas y atrae oportunidades.
Luego vino la avena, tan sencilla y tan poderosa, símbolo ancestral de nutrición y abundancia. Representa la cosecha, la tierra fértil, el alimento seguro. Es la que nos recuerda que lo que sembramos, crece.
Y finalmente la manzanilla, esa abuela dulce y protectora que todo lo calma. Pero ojo, no te confundas, porque también es una de las plantas más mágicas para atraer dinero rápido y bendecir los negocios. Es como ese toque de suerte que llega sin avisar, pero justo cuando más lo necesitas.
Juntas, estas tres aliadas crean una energía que no solo abre caminos económicos, sino que limpia bloqueos, reconcilia con el dinero y atrae prosperidad de forma constante y estable. Cada vela se consagra en un ritual de jueves, día de Júpiter, cuando la energía de la expansión está en su punto más alto. Y mientras se elabora se repite: "Que el dinero llegue fácil, libre, constante y amorosamente."
Y mira, comadre, yo puedo contarte todo el proceso mágico y lo bonita que quedó, pero lo más hermoso de todo esto son las historias que ustedes me comparten.
Hace unos meses, una clienta me escribió emocionadísima. Me contó que había encendido su vela Cartera Llena un martes por la mañana, con toda su fe y una intención bien clara: “abrir el flujo del dinero”. Dos días después, me mandó mensaje con una foto y un montón de emojis de emoción. ¡Se había ganado un premio en la lotería!
No, no el grande, pero sí treinta mil pesitos bien puestos, que para ella fueron una señal divina de que la energía estaba funcionando.
Y te juro que cuando leí su mensaje se me llenó el pecho de felicidad. Porque más allá del dinero, fue ver la confirmación de que la magia bien hecha, con intención, amor y respeto, siempre responde.
Así que si sientes que tu cartera anda flaquita o tu negocio necesita una empujadita energética, ya sabes… esta vela no es solo una vela. Es una promesa de prosperidad, una chispa encendida que llama al dinero y lo convence de quedarse.
