Comadre… hablemos de algo que casi nadie se atreve a decir en voz alta, pero que todxs hemos sentido en la piel: los karmas sexuales.
Porque sí, tener sexo no es solo un “acto físico” ni un ratito de placer. Es un intercambio brutal de energía, de memorias, de heridas, de deseos y hasta de traumas que ni siquiera son tuyos. Cada encuentro deja un eco, un hilo invisible que se queda pegado a ti. Y esos hilos, cuando no los reconoces ni los trabajas, terminan enredándose en tu campo energético hasta el punto de afectar cómo amas, cómo confías, cómo coges y hasta cómo te miras al espejo.
Mira, el karma sexual no es un castigo, no es que “hiciste algo malo y el universo te la cobra”. No, mi pequeñx brujx, es un espejo. Es la forma en que el universo te muestra lo que necesitas aprender: poner límites, dejar de romantizar a quien solo te usa, reconocer tu valor, sanar el placer desde un lugar consciente y no desde la carencia. Y si no lo trabajas, ese espejo se rompe en mil pedazos dentro de ti: relaciones repetitivas que parecen calca, culpas que no entiendes de dónde vienen, bloqueos que te apagan el deseo o incluso la sensación de que tu cuerpo “ya no responde igual”.
Y es fuerte, porque nadie nos enseña esto. Nadie nos dice que cuando tienes sexo también te conectas a la historia de esa persona: sus dolores, sus vacíos, sus cadenas. A veces cargas con miedos que ni son tuyos. A veces te chingas sola repitiendo patrones porque esa energía se quedó incrustada como un tatuaje invisible. Y ahí andamos, preguntándonos por qué atraemos siempre el mismo tipo de relaciones, sin ver que estamos cargando karmas sexuales que no nos corresponden.
Por eso creamos algo muy especial: nuestra cajita de septiembre “Corte de Lazos”: La diseñamos con todo el amor, pero también con toda la intención brujil, pensando justo en esto: en liberar esas cadenas invisibles, especialmente las que vienen de lazos sexuales que ya no te hacen bien. Y ojo: el ritual que contiene esta cajita es inédito y súper poderoso. No es un corte cualquiera, es un portal de liberación profunda. Un ritual pensado para que recuperes tu energía, tu cuerpo y tu placer desde un lugar de libertad y de consciencia.
Porque trabajar los karmas sexuales no se trata de odiar lo vivido ni de sentirte “sucia” o “culpable”. Al contrario: se trata de honrar lo que aprendiste, agradecer lo que fue y despedirlo con la fuerza de tu magia. Es decirle al universo: “esto ya no lo cargo más, esto no es mío, me devuelvo a mí misma mi poder”.
Y créeme, esta cajita es una llave. Una herramienta real para cerrar ciclos, cortar hilos invisibles y dejar de vivir repitiendo la misma historia una y otra vez.
Quiero leerte: dime en los comentarios, ¿qué piensas del tema?, ¿qué cargas estás cargando?, ¿te checó esta info? ✨
